lunes, 5 de julio de 2010

Llamado


Vuela entonces el primer llamado: el Primer Encuentro de Mujeres Killawarmi en Costa Rica, luna llena de octubre, 2009, en nuestro hogar comunidad Tacotal, vecino del Río Machuca, Pacifico costarricense.

Llega a los oídos de quien tiene que llegar por medio de una difusión más que nada oral y los corazones que sienten el mismo llamado son las mujeres que se acercan para dar inicio a esta tradición.


Veinticuatro mujeres, siete niños y niñas y seis hombres compañeros, esposos, hermanos, formamos un hermoso grupo de 37 seres humanos conviviendo por un fin de semana como una hermosa comunidad. Los hombres fueron nuestros guardianes, del espacio, del fuego ceremonial, de nuestros niños(as) y de nuestro alimento el cual preparaban con bondad y amor mientras nosotras aprovechábamos este tiempo para reunirnos entre mujeres y nutrirnos con estos encuentros, danzas, meditaciones…sin ninguna otra preocupación.
La integración de los sexos, mujeres y hombres “valientes” que allí se hicieron presentes fue uno de los aspectos mas rescatables que en ningún otro encuentro femenino había presenciado y a pesar de que manteníamos la privacidad de nuestros encuentros entre mujeres, luego nos encontrábamos con ellos al momento del alimento y a la hora de dormir cuando purificadas por la belleza del compartir, reflejábamos nuestro amor y agradecimiento.

Nos acompaño el fuego ceremonial, el humito purificador, la arcilla y el rio, la meditación, el dialogo, las ofrendas, los cantos, las danzas…y la lluvia también.
Nos reencontramos con nosotras mismas y juntas celebramos el momento.

Se abre el camino, se inicia a tradición…

LA TIPI

Volver a Colombia fue toda una bendición, en mi vientre palpitaba un nuevo ser, estábamos en el IV Encuentro de Ecoaldeas y Comunidades Intencionales de este país y dentro de los espacios surgió la oportunidad de un circulo de mujeres, KillaWarmi-Anthakarana (Costa RicaColombia). Nuestro santuario de reunión fue la Tipi, esta es una estructura tradicional de los indígenas norteamericanos la cual es utilizada para rituales y ceremonias en donde su forma de cono invertido facilita la comunicación con el cosmos… Así que en este espacio sagrado, construido de manera temporal para la duración del encuentro fue donde cantamos, nos vimos a los ojos y expresamos desde el corazón una a una. Algunas por primera vez en un círculo como este y otras con experiencias similares vividas, pero todas sentimos la fuerza de la otra, el dolor de la otra, la alegría y lucha de la otra como si fueran nuestras, porque esto es lo que se vive y siente claramente durante estos encuentros. Que como mujeres somos un solo Ser y a pesar de sentirnos inicialmente desconocidas unas con otras, en lo profundo de nuestro interior nos reconocemos y mutuamente nos sanamos al realizar esta verdad.

CARIBE

Al cambio del año y cuatro lunas después del ultimo encuentro KillaWarmi en Costa Rica, nos ilumina la Luna llena de Febrero 2010, la energía se desplaza ahora hacia el Caribe con la misma intención que en el Pacifico cuatro meses atrás.
La comunidad Punta Mona nos abre su espacio y Yemanja*(3)Diosa Orixa del Mar) nos recibe con su abrazo marino.
Selva húmeda tropical, mar calida, lluvia enverdeciendo todo alrededor, belleza y abundancia de flores y frutos exóticos creciendo en este paraíso tropical de difícil acceso (a este lugar se puede llegar únicamente caminando dos horas por la montaña o bordeando la costa en un bote por treinta minutos). Las guerreras que se presentaron al llamado lo hicieron a pie bajo la lluvia de la selva que moja, lava y purifica hasta el alma…
Formamos un grupo de 11 mujeres y algunas otras itinerantes que distribuían su tiempo de voluntarias entre el círculo de mujeres y otras actividades que tenían bajo su responsabilidad.

En esta ocasión el equipo de Punta Mona se encargo de la logística del alimento y así los hombres acompañantes fueron bienvenidos a uno de los círculos del fin de semana.

La magia siempre presente, los elementos integrados en los momentos, todo fluyo con mística perfección. Hicimos nuestra ofrenda a Yemanja, aprovechando que la teníamos tan cercana, como representación de la madre protectora, meditamos con hermosas Danzas de Paz Universal y enseñanzas de la maestra sufi de tradición Ruhaniat que nos honraba con su presencia entre nosotras, estudiamos los ciclos lunares y la relación del cosmos con nuestro propio ciclo interno, hicimos y deshicimos nuestro propio altar en el salón ceremonial al que nutrimos con nuestras energías y convivencia y a cambio nos obsequio poder, visión y sanación.

Cantamos y honramos a la Madre en sus diversas manifestaciones, nos acompañamos, nos reconocimos, intercambiamos secretos y enseñanzas, invocamos y honramos a nuestras ancestras, nos nutrimos nuevamente una a la otra en este hermoso compartir.


CAMBIO DE PIEL
La renovación es siempre clave e importante para nuestra evolución, saber como limpiar nuestras heridas y reconocer el camino con los ojos de la intuición.
Con astucia y suavidad movernos, reconocer los peligros y afrontarlos o evitarlos según el momento. Saber cuando es momento de un cambio de piel…como ahora. Nuestra piel siempre de mujer pero ahora también de

Jaguar

Somos seres fluidos cambiantes. Nos vestimos de KillaWarmi para nuestra iniciación guiadas de la chacana o cruz andina y ahora establecidas y renovadas nos vestimos de Jaguar Hembra para iniciar este nuevo ciclo, este despertar de la conciencia.

Agradeciendo a nuestros ancestros y ancestras indígenas costarricenses invocamos a Ramat Curaj MujerJaguar, como nuestra guía, fuerte, independiente, intuitiva y amorosa. Entrelazándose las cualidades de ambas, Mujer y Jaguar nos encontramos frente a nuestra esencia de “mujer salvaje”( 4)La mujer salvaje representa la esencia femenina instintiva, ya que dentro de toda mujer, alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos instintos, de creatividad apasionada y de sabiduría eterna.Clarissa Pinkola) en peligro de extinción..
http://www.portalterraluz.com

CUANDO LA MAGIA SE MANIFIESTA
Cuando la magia se expresa de manera tan explicita, cuando nos damos cuenta de nuestra propia capacidad de amar, de sanar, de crecer, por lo menos durante un instante vibramos todas al unísono con el universo y después de este momento algo en nosotras cambia, no se expresa con palabras, solo se vive y una huella imborrable queda plasmada en el alma.

Que estos instantes se repitan, que los recordemos con claridad y sean la fuente de inspiración de nuestros sueños y nuestros actos. Porque cada vez que vibramos juntas, la conexión de nosotras mismas con las otras iguales hembras, mujeres, se hermana con la vibración, con el pulso de la Madre Tierra, la Gran Madre y es aquí en estos momentos donde somos capaces de cualquier cosa, solo tenemos que creerlo, solo no debemos olvidarlo…


Hasta el aproximo llamado, hasta un nuevo encuentro…

Que el Gran Espíritu nos de Paz y la Gran Madre nos de Amor…

El Nacimiento


MujerLuna, Costa Rica nace y se nutre en el aquí y el ahora, inspirada en la necesidad del encuentro y compartir de las mujeres, de reconocernos y ver en nuestras hermanas, madres, hijas, abuelas y compañeras todas, nuestro propio reflejo.

Después de un poco mas de dos años por distintas Ecoaldeas y Comunidades Intencionales del mundo y en estas, los diferentes encuentros y círculos de mujeres que experimente dibujaron la doble espiral en mi corazón, simbología ancestral del infinito de la unidad de todas y todos con el Todo.

Al regresar a Costa Rica, Tacotal nos recibe como hogar comunidad, en la que mi compañero y yo actuamos como cuidadores de la tierra y únicos moradores permanentes por un periodo de aproximadamente medio año cuando otros miembros de la comunidad empiezan a llegar para compartir los meses de verano en lo que se manifiesta como una comunidad itinerante, en donde la mayoría de los integrantes viven parte de su vida aquí en Tacotal y el resto fuera, en otros países o bien en otras provincias costarricenses.

Acompañados de la lluvia estacional, la selva húmeda de la época y el Rio Machuca, establecimos la conexión con la Tierra que nos daba albergue y luego de una vida de nomadismo breve volvimos a una fase sedentaria pero distinta a cualquier experiencia del pasado. Ahora queríamos sembrar nuestras raíces y deseábamos ser parte de los ciclos de un mismo lugar.

Así los meses pasaban y la energía del lugar se percibía masculina predominante, fuerte y protectora. Mi compañero acompañado de otros dos hombres ayudaban a diario con su fuerza a ir moldeando los contornos del lugar, solidificando y levantando construcciones básicas. Mi aporte era mas con la semilla y con la Tierra, inicie el ritual de “sembrar” mi menstruación en el Árbol de la Luna (1) Ritual ancestral femenino que reconoce la magia y el poder en la menstruación cíclica de la mujer y esta es devuelta a la Tierra al pie de un árbol como ofrenda de amor y sangre a la Gran Madre) y generar un vínculo que despertara mi intuición consiente, regulando mis ciclos internos lunares con la luna cósmica.

Esta conexión dio como resultado el deseo mío y de la Tierra misma que es mi iniciadora (2)Ser entregado a la difícil tarea de explicar lo que se sabe acerca del camino, que indica la “manera” y guiar a la iniciada para que pueda afrontar los retos y aumentar su poder. Explicación dada por Clarisssa Pinkola Estés en el libro “Las mujeres que con los lobos”) en atraer mayor presencia femenina en esta tierra-comunidad que habito, así nace la idea, la cual tiene también un periodo de gestación en el recuerdo y las enseñanzas durante nuestro tiempo en la Ecoaldea colombiana “Atlántida” conviviendo con sus mujeres guerreras el diario compartir y así mismo dentro de los círculos de mujeres “Killawasi”… (http://circulokillawasi.blogspot.com/)